Aníbal Núñez (1944-1987)
Aníbal Núñez San Francisco (Salamanca, 1944-1987) se presenta ante los lectores como un autor sin apenas biografía. Por una parte, la deliberada obturación confesional de su poesía impide que nos asomemos a la peripecia cotidiana del individuo que la compuso ―cosa distinta es que su denso entramado alegórico haya alentado a menudo una interpretación en clave psicocrítica o psicobiográfica―. Por otra parte, los testimonios de amigos y conocidos coinciden en hablar de una existencia marginal, marcada por los paseos circulares alrededor de su ciudad natal y por la sombra de la drogadicción. Sin embargo, la “vida dañada” de Aníbal Núñez, por decirlo a la manera de R. de la Flor, solo alcanzaría a explicar muy parcialmente la singularidad expresiva de una de las voces más potentes surgidas en los aledaños de la Transición democrática. Si su temprana muerte ha dado pie a una falacia biográfica que nos invita a contemplar los principios creativos del poeta Aníbal Núñez desde el final de la vida del hombre Aníbal Núñez, la asincronía entre la fecha de redacción y la fecha de publicación de sus libros ha consolidado su fama de autor preterido a causa de su escritura arrebatada o excéntrica, cuando no en razón de su personalidad esquiva.
No obstante, si bien es cierto que Aníbal Núñez perdió el tren “novísimo”, no lo hizo por una determinación excepcional, sino por las exigencias de una historiografía que ya se había puesto en marcha cuando el poeta tenía como única carta de presentación un cuadernillo compuesto a medias con el escritor canario Ángel Sánchez: 29 poemas (1967). Asimismo, el apogeo de la promoción sesentayochista se produciría en un momento en el que el autor contaba con un libro en solitario (Fábulas domésticas, 1972), más cercano a la vertiente crítica de los seniors de Castellet que a los modos rupturistas de la coqueluche, a cuyas filas pertenecería por edad y educación sentimental. De hecho, Aníbal Núñez intervino en el casus belli novísimo con una beligerante carta ―firmada al alimón con Julián Chamorro Gay― donde exponía su rechazo a una “poesía metropolitana de evasión y de divertimentos formalistas”. Con todo, ese voluntario desvío de la nueva sensibilidad no impide que sus primeras entregas participen de una atmósfera de época y se adscriban a una reconocible mitología generacional. Así, en sus versos iniciales hallamos emblemas beat e iconos pop, fugas digresivas, pasadizos entre el discurso lírico y el metadiscurso teórico, notas culturalistas y ejemplos de belleza mórbida o delicuescente.
Desde 1972 hasta 1979, cuando da a las prensas Taller del hechicero, el autor experimentaría un proceso de ensimismamiento creativo que provoca que la continuidad en la escritura no se traduzca en la continuidad en la publicación. Prueba de ello es que en el annus mirabilis de 1974 llegó a compaginar la redacción de cinco libros que solo verían la luz íntegramente con carácter póstumo: Naturaleza no recuperable, Estampas de ultramar, Definición de savia, Casa sin terminar y Figura en un paisaje. El primero ―que durante su periodo embrionario se conoció como Naturaleza póstuma― circularía en versión abreviada, y bajo el seudónimo de Mario Casas, en 1976. Como su rótulo anuncia, estamos ante una elegía posmoderna que combina la reivindicación ecológica y el lamento por una naturaleza convertida en cultura y, en ese sentido, “no recuperable”. Con la distancia emotiva propia del autor, los poemas ilustran la suplantación del patrimonio natural por su simulacro estético. Al final del camino, solo queda la huella de una profanación: la que el ser humano ha ejercido sobre el paisaje, entendido como concepto artístico y como contexto literario. La inversión del locus amoenus que Aníbal Núñez lleva a cabo en este volumen se desplaza a un horizonte distinto en Estampas de ultramar, un libro fronterizo entre la apócrifa crónica de Indias y el tratado de antropología social. Sin embargo, la impersonalidad del registro científico es aquí el disfraz pintoresco que permite abordar un tema mucho más polémico: la denuncia de los procesos poscoloniales impulsados por el imperialismo político y económico. A su vez, Definición de savia insiste en la burlesca reactivación del “menosprecio de corte y alabanza de aldea” ―rastreable en “Salicio vive en el tercero izquierda”, “Madrid” o “Solar edificable”― y en la búsqueda de una revelación trascendente que constantemente escapa del cepo verbal que le tiende el autor. El tono didáctico y apodíctico que presidía Fábulas domésticas reaparece en las viñetas de Casa sin terminar, cuyo tono oscila entre la parodia mitológica, la revisión de los cuentos de hadas y la desacralización de los tópicos petrarquistas. Finalmente, el libro que cierra este ciclo, Figura en un paisaje, se ha considerado en ocasiones como un intento tardío de rendir pleitesía a la musa novísima, pues se trata de la obra más culturalista de Núñez, donde convergen la écfrasis pictórica y la sinuosidad metapoética. No obstante, leído hoy sin anteojeras epocales, poco importa si Figura en el paisaje fue el último cartucho el autor antes de asumir su irrevocable condición de outsider, o simplemente el fruto de la coincidencia en unos moldes compositivos que, en cualquier caso, no eran ajenos a sus preocupaciones.
La reflexión metadiscursiva sirve de inspiración a Taller del hechicero (1979), donde el sujeto comparece como un alquimista o un taumaturgo preparando sus pócimas en una oscura marmita. El lúcido escepticismo que atraviesa toda la obra del poeta alcanza aquí su expresión más depurada, según se observa en el epigrama “Pebetero”, una demostración histórica y empírica de la vanitas: “Que me traigan el humo dijo Ciro / y le trajeron todas sus victorias”. En su siguiente entrega, Alzado de la ruina (1983), la mudanza del campo a la ciudad implica el tránsito desde una naturaleza en peligro de extinción hasta la reapropiación del motivo poliédrico de las ruinas. Estamos sin duda ante una de las obras mayores de Aníbal Núñez, que adopta la estructura de un encriptado laberinto para levantar su arquitectura efímera: poemas como “Noticia de la hidra en la ciudad dorada” o “Casa Lys” resemantizan el género barroco de las ruinas como una metáfora múltiple que registra la incompasiva destrucción del espacio urbano y la dimensión póstuma de quien asiste a ese espectáculo. La idea de “levantar un monumento vivo a la caída” estaba ya en la base de una plaquette publicada un año antes de Alzado de la ruina: Trino en estanque. Por su parte, Clave de los tres reinos, editado en 1986, fue el último libro aparecido en vida del autor, tras obtener el premio Constitución, concedido por la Junta de Extremadura. Entre la espera del advenimiento epifánico y la aceptación de la declinación vital, el poeta da cuenta de una estética de la consunción en la que también se alinean diversos títulos póstumos, a menudo no exentos de problemas ecdóticos: Cuarzo (1981, pero cuya edición definitiva data de 1988), Primavera soluble (1992), y los cuadernos Gormaz a sangre y fuego (1987), Cristal de Lorena (1987) y Memoria de la casa sin mención al tesoro ni a su leyenda antigua (1991), en los que se destila un simbolismo hermético que obedece antes al chisporroteo irracional o a la iluminación rimbaudiana que a las bridas del lenguaje lógico.
En suma, la travesía poética de Aníbal Núñez no solo refleja los temas y estilemas del sesentayochismo, sino que prefigura algunas líneas posteriores y manifiesta la libertad irrestricta de un creador que nos anima a mantener “despierta la pupila, tenso el arco” en el proceso de la cetrería verbal. La poesía completa de Aníbal Núñez se ha reunido en dos ocasiones: en los dos volúmenes de Obra poética (1995), coordinados por Fernando R. de la Flor y Esteban Pujals Gesalí, y en Poesía reunida (1967-1987) (2015), editada por Vicente Vives Pérez, que fija definitivamente la producción anibaliana. Vives Pérez es asimismo el responsable de la antología La luz en las palabras (2009), que podría interpretarse como la tardía canonización de Aníbal Núñez, debido a su aparición en la colección “Letras Hispánicas” de la editorial Cátedra.
1. Bibliografía del autor
Poesía
Primeras Ediciones
Núñez, Aníbal (1967). 29 poemas. Salamanca: Artes Gráficas Vítor. En colaboración con Ángel Sánchez. [Edición no venal].
_____ (1972). Fábulas domésticas. Barcelona: Ocnos.
_____ (1979). Taller del hechicero. Valladolid: Balneario Ediciones. [Reedición en Salamanca: Amarú, 2009].
_____ (1981). Cuarzo. Madrid: Entregas de la Ventura.
_____ (1982). Trino en estanque [plaquette]. Separata de Cuadernillos de Madrid.
_____ (1983). Alzado de la ruina. Madrid: Hiperión
_____ (1986). Estampas de ultramar. Valencia: Pre-Textos. [Reedición en Salamanca: Diputación de Salamanca, 2007].
_____ (1986). Clave de los tres reinos. Badajoz: Editora Regional de Extremadura.
_____ (1987). Cristal de Lorena [plaquette]. Málaga: Newman / Poesía.
Ediciones Póstumas
Núñez, Aníbal (1987). Gormaz a sangre y fuego [plaquette]. En Pliegos de Poesía Hiperión, núms. 5-6. [Reedición, junto con Figura en un paisaje, en Salamanca: Diputación de Salamanca, 2012].
_____ (1988). Cuarzo [edición completa]. Valencia: Pre-Textos.
_____ (1991). Casa sin terminar. Mérida: Editora Regional de Extremadura.
_____ (1991). Definición de savia. Madrid: Hiperión.
_____ (1991). Memoria de la casa sin mención al tesoro ni a su leyenda antigua [plaquette]. Separata de Espacio / Espaço Escrito, núm. 8.
_____ (1991). Naturaleza no recuperable. Madrid: Libertarias.
_____ (1992). Primavera soluble. Valencia: Pre-Textos [Reedición facsimilar en Salamanca: Diputación de Salamanca, 2003].
_____ (1993). Figura en un paisaje. Salamanca: Diputación de Salamanca. [Reedición en Salamanca: Diputación de Salamanca, 2012].
_____ (2007). Cartapacios. Mérida / Béjar: Editorial de la Luna. Edición de Fernando R. de la Flor y Germán Labrador Méndez.
Antologías
Núñez, Aníbal (2009). La luz en las palabras. Madrid: Cátedra. Edición de Vicente Vives Pérez.
Poesías completas
Núñez, Aníbal (1995). Obra poética. Madrid: Hiperión. Edición de Fernando R. de la Flor y Esteban Pujals Gesalí. 2 vols.
_____ (2015). Poesía reunida (1967-1987). Madrid: Calambur. Edición de Vicente Vives Pérez.
Otros libros
Núñez, Aníbal (1976). Zacarías González. Madrid: Ibérico Europea de Ediciones.
_____ (1995). Pequeña guía incompleta y nostálgica de Salamanca. Salamanca: Tesitex.
Fotografías de José Núñez Larraz.
Traducciones
Catulo (1984). Cincuenta poemas. Madrid: Visor.
Propercio (1980). Elegías. Valladolid: Balneario Ediciones.
Rimbaud, Arthur(1975). Poesías 1870-1871. Madrid: Visor.
2. Bibliografía sobre el autor [selección]
Bagué Quílez, Luis ([2016] 2018). “De la tierra al aire: ruinas de la naturaleza en la poesía de Aníbal Núñez”, en La poesía española desde el siglo xxi. Una genealogía estética. Madrid: Visor. 145-170.
Casado, Miguel (1999). La puerta azul. Las poéticas de Aníbal Núñez. Madrid: Hiperión.
_____ (ed.) (2008). Mecánica del vuelo. En torno al poeta Aníbal Núñez. Madrid: Círculo de Bellas Artes. [Incluye colaboraciones de Miguel Casado, José-Miguel Ullán, Olvido García Valdés, Carlos Piera, Antonio Méndez Rubio, Mariano Peyrou, Tomás Salvador González, Susana Díaz, Tomás Sánchez Santiago, Menchu Gutiérrez, Ángel L. Prieto de Paula, Jenaro Talens, Fernando R. de la Flor, Francisco Castaño e Ildefonso Rodríguez].
Casado, Penélope (2005). “Aníbal Núñez en la tradición hermética”. Letras de Deusto, 35.1. 159-176.
Catalán, Andrés (2007). “‘Despierta la pupila’: la mirada en la poesía de Aníbal Núñez”. Anuario del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, 24. 595-598.
Corral Cañas, Celia (2012). “Rumor de pasos. Claudio Rodríguez y Aníbal Núñez: encrucijada de dos poéticas errantes”. Aventura, 4. 111-119.
Gutiérrez Valencia, Cristina (2017). “‘¿Estás fábulas son imbéciles, pero nada más?’: ironía y ambigüedad en Fábulas domésticas, de Aníbal Núñez”. Prosemas, 3. 229-258.
Herrero Álvarez, Joaquín (2007). La lírica de Aníbal Núñez. Madrid: Universidad Complutense.
Labrador Méndez, Germán (2009). Letras arrebatadas: poesía y química en la Transición española. Madrid: Devenir.
Le Bigot, Claude (1997). “Aníbal Núñez: valoración de un poeta marginado”. Calas, 1. 70-75.
Muñoz Morcillo, Jesús (1998). “Aníbal Núñez”. Cuadernos del Matemático, 21-22. 269-271.
Nicolás, César (1997). “Poesía y recepción. El caso de Aníbal Núñez”. Ínsula, 606. 91-12.
Pardellas Velay, Rosamna (2009). El arte como obsesión. La obra poética de Aníbal Núñez en el contexto de la poesía española de los años 70 y 80. Madrid: Verbum.
_____ (ed.) (2013). “Aparente guante que sea cepo”. Nuevas aproximaciones a las poéticas anibalianas. Frankfurt am Main: Peter Lang. [Incluye colaboraciones de Rosamna Pardellas Velay, Penélope Casado, Raúl Díaz Rosales, Jorge Fernández Gonzalo, David Ferrer, Isabel González Gil, Jesús Muñoz Morcillo, María Lucía Puppo, Emilio Salgado Freire, José Manuel Trabado Cabado y Vicente Vives Pérez].
Pliegos de Poesía Hiperión. Aníbal Núñez (1944-1987) (1987) [núms. 5-6. Incluye colaboraciones de Fernando R. de la Flor, Tomás Sánchez Santiago, Jaime Siles y Miguel Casado].
Prieto de Paula, Ángel L. ([1996] 2004). “Aníbal Núñez: una epifanía”, en De manantial sereno. Ensayos de lírica contemporánea. Valencia: Pre-Textos. 201-210.
_____ (2018). “El alma en el tenderete: concordancias y fuga de tres poetas del 68 (Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión y Aníbal Núñez)”. Cosas que el dinero puede comprar. Del eslogan al poema, L. Bagué Quílez (ed.). Frankfurt am Main / Madrid: Iberoamericana / Vervuert. 125-150.
Puppo, María Lucía (2006a). “De ruinas y cristales: una poética del tiempo en los textos de Aníbal Núñez”. Revista de Literatura, 68.13. 199-219.
_____ (2006b). “Destino de Ícaro: presencia de un mito clásico en la poesía de Aníbal Núñez”. Cuadernos de Filología Clásica. Estudios Latinos, 26.1. 173-180.
_____ (2007). “La imagen como espejo de la idea: las construcciones alegóricas en la poesía de Aníbal Núñez”. Analecta Malacitana, 30.1. 193-204.
_____ (2010). “Entre la utopía y el desencanto del espacio: propuestas para una geopoética en la obra lírica de Aníbal Núñez”. El escritor y el intelectual entre dos mundos. Lugares y figuras del desplazamiento, C. Chantraine-Braillon, N. Giraldi Dei Cas, F. Idmhand (eds.). Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana / Vervuert. 685-697.
R. de la Flor, Fernando (1987). “Aníbal Núñez: estética (y ética) de la mirada”. Ínsula, 491. 23.
_____ (1997). “Aníbal Núñez: el desmontaje impío de la ficción poética”. Ínsula, 606. 7-9.
_____ (2012). La vida dañada de Aníbal Núñez. Una poética vital al margen de la Transición española. Salamanca: Delirio.
Ruiz Casanova, José Francisco (1997). “Sintaxis tridimensional”. Ínsula, 606. 13-14.
Sánchez Santiago, Tomás (1996). “Todo, nada bajo el lenguaje”. El Urogallo, 124. 26-27.
Vives Pérez, Vicente (2008a). Aníbal Núñez, la voz inexpugnable. Alicante: Universidad de Alicante.
_____ (2008b). “La obra de Aníbal Núñez en el contexto de la poética posmoderna española (Notas para una restitución generacional)”. Revista de Literatura, 70.140. 497-621.
_____ (2009). “Influencias y afinidades en la poesía de Aníbal Núñez”. Salamanca. Revista de Estudios, 57. 319-338.
Información adicional
- Universidad: Murcia
- Investigador: Luis Bagué Quílez
- Publicación: Sábado, 29 Diciembre 2018
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