Carmen Jodra Davó (1980-2019)
Pese al aplauso de los lectores sin embargo, la poesía de Carmen Jodra Davó no ha recibido aún la atención que se merece de parte de la crítica académica. Enriquecida por una interpretación personal e intransferible de la tradición, en ella hay, ante todo, mucha realidad y mucha vida que, aunque no siempre quede al descubierto, se hace explícita en ocasiones. Así por ejemplo, se proclama en el poema “Cumpleaños feliz” de su primer poemario Las moras agraces, o en el keatseano “A song about myself” del segundo libro Rincones sucios. En este se declara la precocidad de su avidez lectora en el seno de la biblioteca familiar; en aquel, la simpatía a los dieciséis con el joven muerto Antínoo. Menos notable es el trasfondo biográfico del recientemente publicado “Tríptico de Barcino” del tercer y último poemario El libro doce, basado en el viaje realizado a Barcelona junto a su amigo el poeta Ignacio Vleming en el verano de 2007. En todo y por todo, la poeta habla de sí misma, “el único tema que conozco”, en pos de un imperativo visceral de autenticidad que informa “lo que hay en mi poesía, que es lo mismo que lo que hay en mí”, al decir de Jodra en la “Poética” enunciada en 2003 durante las V Jornadas de Poesía Última en la Fundación Alberti.
Tan tempranas fueron sus lecturas como la escritura que las siguió. Frisaba en los trece años cuando, entre 1992 y 1993, Jodra envío su primer poema a la revista L.E.A.: la escuela agustiniana, según el padre de la poeta, dedicado a una rosa. Acaso estos versos correspondan a “la mística ardiente de los doce”, como se autodefine en “Ecce ancilla” de Rincones sucios, o los sonetos del “Ciclo satánico”, insertos en Las moras agraces, a “la sin ley, lasciva quinceañera” del mismo segundo poemario, que hacia los dieciséis los envío a la convocatoria del I Premio de Poesía “María Dolores Mañas” de 1997. Fue la siguiente edición de este certamen la que ganó Jodra con las diez décimas de “Hecatombe”, publicadas como adenda en la reedición de 2020 de Las moras agraces por la Bella Varsovia. Dicho galardón se lo entregó en mano Gloria Fuertes, como es sabido, poeta largo tiempo encasillada en la literatura infantil. Casi dos décadas después, en la biblioteca Carmen Jodra conciliaría su creatividad con la educación de los más pequeños.
El acervo grecolatino no coge por sorpresa a ningún lector de Carmen Jodra, que cursa entre 1998 y 2011 su licenciatura en Filología Clásica por la Universidad Autónoma de Madrid. Su poesía atesora referencias a la literatura y la filosofía grecorromanas como un medio de ir de la personalidad a la letra, sin malograrse en absoluto por un inexistente afán culturalista (López Vilar).
Entre las disciplinas principales de su formación, la traducción se erigió como uno de los modos principales de la emulación esgrimida a lo largo de su obra, cuyo culmen puede leerse en tres traducciones de sendos epigramas del “Libro XII” de la Antología Palatina, recopiladas en el poemario homónimo. Un solo vistazo al apunte personal de algunos ejemplares propios revela la familiaridad de su relación con los clásicos, cuyos textos anota con sugerencias de traducción, glosas interpretativas e, incluso, expresiones que dialogan con el texto como su más próximo interlocutor.
Puestos a trazar, en líneas generales, el curso evolutivo del arte poético de Carmen Jodra Davó, inseparable de su trayectoria biográfica e ideológica, ha de empezarse por Las moras agraces. Ganador en 1999 del Premio Hiperión de Poesía, popular entre los poetas jóvenes contemporáneos, como los galardonados Esther Giménez (en el 2000), Miriam Reyes (en 2004 y que sería su futura compañera en la Residencia de Estudiantes), Luis Bagué Quílez o Álvaro Tato (ambos en 2007), el libro gozó de un éxito inusitado al salir de la imprenta en mayo de 1999, tras lo cual sería reeditado hasta en cinco ocasiones por Hiperión (en menos de dos años y con escasa diferencia entre las primeras, de junio y julio). Aparte de este fenómeno socioliterario, su contenido siembra constantes técnico-formales y materiales que madurarán en torno a un principio de perfección hilemorfista.
De las primeras destaca la recuperación de formas genérico-estróficas reconstruidas en función de su fin estilístico particular, sobresaliendo una magistral renovación del soneto. Verbigracia, en “El horimento bajo el firmazonte”, la estructura petrarquista contiende con el cruce léxico, inspirado en algunos versos del poema Altazor de Vicente Huidobro y destinado a satirizar la impostura de la clase política ridiculizada por su retórica (Fábregas Alfaro): “—Que me se raiga un cayo si les miento: […] ¡blasamos hiempre claro!”. Junto al esquema sonetístico, en “Retrato gongorino” se recrea el genuinamente barroco de la silva junto con las técnicas del poeta cordobés aplicadas a la prosopografía de un bello adolescente (Ponce Cárdenas).
Del otro lado, materialmente la serie del primer poemario instaura la alegoría de la “amarga” tensión insalvable entre la juventud galopante y la temprana madurez, simbolizada en la mora “prematura” que titula el libro. Dicha idea se emparenta con la oposición entre los sujetos maduros y otros más jóvenes, amables y bellos que protagoniza la filosofía poética de la autora. Por su origen visiblemente platónico, sobresale el poema “Anacreóntica”, basado en el diálogo del Banquete y su idea del Amor como numen medianero del ser humano y la belleza a través de lo que es amable. En ese poema el dialogante “Agatón […] habla bellamente / sobre Eros el de párpados azules”, y es que el poema, al igual que el discurso de aquel, es bello porque persigue la representación de lo amable y hermoso, como el gongorino “muchacho semejante al garzón de Ida” o la propia imagen del demonio erótico. La filosofía del mismo diálogo subyace en “Amor y Psique”, que cita la descripción que del Amor hace Diotima, maestra de Sócrates, según la cual el numen es hijo de la Abundancia y la Pobreza, y, pues, ansía la belleza sin lograrla nunca (“Lo que intenta alcanzar se desvanece / apenas alcanzado…”). La idea se retoma en Rincones sucios a propósito de la intención estética de la autora, en el poema que reza “Vivo juzgando la belleza humana, / hábil y pobre cual platero pobre”. Las cualidades del platero son las del “cazador sin fortuna” Amor de Las moras agraces y el Banquete, y las de la poeta que, en su piedra de toque literaria, valora lo poco bello que encuentra en el mundo.
Más allá de Las moras agraces, la evolución estilística prosigue la innovación de géneros estróficos tradicionales. Un inédito recitado en el mencionado Ciclo de poetas en vivo en 2002 resulta paradigmático de este hecho. El poema que empieza con los versos “Que no vale la pena / ensartar oraciones nominales / cuando te da la vena…” parte de tres perfectas liras renacentistas para ir progresivamente desestructurándose en versos heterométricos hasta desembocar en una tira de versos sueltos y líneas casi prosaicas (v. g., “ni caes tampoco en la cuenta de que puedes escribir poesía porque tienes la barriga bien llena, pero bueno…”), en consonancia con la sátira del aliño decadentista de un puñado de poetas contemporáneos, cuyo kitsch desmonta Jodra valiéndose de un moderno decoro. El presente es un ejemplo de cómo la metaliteratura en Jodra no se reduce al recreo de una metafísica personal, sino que sale del libro para criticar la realidad institucional del poeta superventas. Contraria a ella fue siempre la vida de Jodra: “escribo porque no tengo más remedio que hacerlo. Pero no sé si quiero vivir de la literatura”, declaraba en una entrevista en el ABC de Madrid del 1 de junio de 1999. Más aún, al ganar ese año el Hiperión, la poeta experimentó los síntomas de lo que llamó el “síndrome del Mazazo”, diagnosticado en “taquicardias a la hora de presentarse ante desconocidos, aversión a las fotografías, inseguridad en defender los versos propios…”.
Junto con la antología de inéditos que supone el recital en el Ciclo de la Nacional de España, el año 2004 registra tres eventos de especial calado en la renovación estilística de la poeta: 1) la publicación de su segundo poemario, Rincones sucios, 2) su enrolamiento en el grupo de la revista Mester de Vandalía y 3) el disfrute de una beca creativa en la Residencia de Estudiantes de Madrid.
El primero no surge, sino que culmina ese año con su publicación tras conseguir el accésit del XIX Premio “Joaquín Benito de Lucas” del Ayuntamiento de Talavera de la Reina. Su gestación fue larga y hasta trece de sus veintinueve poemas se componen, al menos, unos dos años antes de su fijación editorial en el libro, “colección de poemas” que completa la del Ciclo en la Nacional, que pudo haber sido un primer libro: “Voy a leer bastantes inéditos de algo que iba a ser un libro, que yo creía que tenía posibilidades de ser un libro hasta ayer”. Nótese el relativismo con que la poeta juzga el “ente libro”, cuya unidad abstracta rechaza en el “Comentario sobre Retornos de lo vivo lejano” de las mencionadas jornadas albertianas. Así, conformaron el recital antes de recogerse en la “colección” de Rincones sucios los textos: “Vivo en la tierra de lo imaginario”, “Mênin Áeide Theá”, el soneto “Love story”, “Abrázame, que la vida me pesa…”, “Exhausted”, “¿No lo ves, que no hay nada que te salve…”, “Vivo juzgando la belleza humana…”, “Acariciada por el viento ruso…”, “Vehemente soledad calzada con espuelas…” y “Post scriptum”, que, prepuesto finalmente en penúltimo lugar, estuvo previsto para clausurar “el ciclo” (el proyecto de poemario). Se suman a estos la reconstrucción onírica del “Sueño del 19/12/99” y “Mikrés Aphrodités”, dados a conocer en el programa “Tertulias poéticas” en junio de 2001, así como “Que solo tengo dieciocho años…”, editado en la antología de abril del 2000 Aldea Poética II: poesía en acción.
En Rincones sucios, recoge el testigo de la experimentación técnica “Intemperie”, que adapta la estructura de los versos decapentasílabos genuinos de la métrica del griego moderno (idioma que, no en vano, estudió entre agosto y septiembre de 1998, en un curso de inmersión en lengua griega moderna organizado en Atenas por el Athens Center), en concreto, a partir del poema “Esmeralda” de Nikos Kavvadías, según declara la autora en un apéndice. En la misma coyuntura, preparan el cultivo de la ametría “Poema Bukowski” y “Mikrés aphrodítes”. Este, que toma su título del de la película homónima de 1963, ‘Las pequeñas afroditas’, del director Nikos Koúndouros, concurre en el desarrollo de la esencia germinada en Las moras agraces, cuyo núcleo es la contrariedad que se interpone entre el sujeto maduro (biológica o intelectualmente) y otros amables, en el límite prepuberal de sus bellas facultades, y contra la norma jurídica que condena la “pedofilia”, platónicamente despojada de atributos erógenos en la poesía de Jodra.
El boletín de María Jesús Fuentes sirvió a la poeta de laberinto donde desarrollar el imperdible hilo de su voz. Su colaboración abarcó buena parte de su trayectoria, desde el inaugural de mayo de 2004 hasta uno más reciente en 2015, pasando por el publicado entre 2005 y 2006 y otro hacia el año 2008. La libertad para innovar sobre la tradición, defendida a ultranza por Jodra, se postula en el “Manifiesto”, que rinde pleitesía al endecasílabo y a la escritura automática por igual, y se subraya en el “Electrónico correolario vandálico”: “Lo importante es que tendremos un cauce donde expresar nuestras vindicaciones, donde transgredir sin ofender, […] donde romper sin destruir”.
En lo tocante a la revolución estilística de estos años, las páginas del Mester dan cuenta asimismo de la tendencia amétrica reseñada en los poemas “Y un pensamiento / melancólicamente vándalo”, “Hay una chica fea, para las chicas feas no hay muchos grandes días” (editados en el primer número), “So sickly sweet”, “continuamente tengo la impresión…” (en el segundo), “Poema en construcción” (del número en torno a 2008) y “La biblioteca no es lugar para lo sensual…”, aparecido por primera vez en el número de 2015 y que se reeditará, con distinta disposición versal, en el último poemario.
En el tercero de los números citados se edita un borrador de Los príncipes tristes (El libro de Nosye en otra de las fases de su redacción), novela inédita para cuyo proyecto le fue concedida la beca de creación del Ayuntamiento de Madrid en la Residencia de Estudiantes. En su histórico edificio vivió intensamente dos años, los cursos 2004-2005 y 2005-2006, tomando parte en actividades artísticas y académicas que satisficieron el humanismo de Jodra. En palabras de la poeta: “más allá del campo de la literatura, las sorpresas continuaban, acaso mayores”.
Lejos de la Academia, en 2007 y 2008 se formó como bibliotecaria en el Instituto Madrileño de Estudios Documentales (IMED), oficio que desempeñaría hasta su muerte, primero, en la Universidad Politécnica de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural entre mayo de 2009 y marzo de 2013, posteriormente en la Biblioteca Luis Rosales de Carabanchel, desde junio de ese año. Fue en la “LuisRo” donde más echó raíces Jodra, como manifiestan los testimonios de sus compañeros en las páginas conmemorativas del Para Carmen. En su Sala Infantil desenvolvió su creatividad desde 2014 con la “Tarde de cuentos”, actividad en la que se esmeró con la adaptación de un catálogo enormemente variado a los parámetros narrativos, temporales y receptores idóneos. La artista tejedora de obras poéticas lo fue a su vez de artesanías textiles, y enhiló ambos oficios en el taller trimestral “Tejer y leer”, vigente y que consiste en la realización de labores de ganchillo mientras se escuchan audiolibros escogidos por las bibliotecarias. Coordinada regularmente con Marta Cerrada desde 2017, la actividad se vinculó a distintos proyectos solidarios de organizaciones locales y nacionales. Una vez más, la vida es el alfa y omega de la literatura de Jodra, que en 2001 publicaba en el significativo “Mikrés Aphrodítes” su vocación de “dar clases de corte y confección”.
El complejo proceso creativo de Jodra se interrumpe el 24 de julio de 2019 a causa de un cáncer. Poemas inéditos y otros dispersos convergen en el proyecto de El libro doce, editado en La Bella Varsovia por Elena Medel con la ayuda del poeta Diego Román Martínez, imprescindible para la constitución del texto a partir del cotejo de un borrador de julio de 2018 con los archivos de Carmen Jodra Davó, de la que él mismo es su albacea. La evolución hilemorfista desemboca en un predominio de la heterometría con privilegio de la métrica clásica (entretejida a veces en versos semilibres) y en el límite de la oposición entre la madurez de los sujetos envejecidos y los amables jóvenes representados en el contenido de los poemas. Las traducciones de los epigramas 246 y 123 del libro homónimo de la Antología Palatina, que la filóloga se propuso traducir íntegramente en un principio, forman el contorno tradicional por el que se filtra en el poemario la esencia de la obra anterior.
El libro definitivo de Jodra rebosa originalidad por la iluminación de la analogía entre el tratamiento lírico de la manía o delirio amoroso recuperado del “Libro XII” de la Antología palatina y su reconstrucción filosófica en el platonismo referido ya en Las moras agraces y evocado en Rincones sucios, con lo que completa un desarrollo fundamental de las ideas poéticas de la autora. Varios lugares en El libro doce entrañan raíces platónicas, entre ellos: el “humildísimo amor” con que el sujeto del poema “A la persona, hombre o mujer, que lo desea…” aprecia la belleza de un joven que, a los ojos de sus admiradores, parece comportarse “deliberadamente para ser contemplado”; la relación, más distante e imposible en Jodra, entre los niños-hombres (efébicos erómenos) y los erastés (también femeninos); y, en una palabra, lo amable asexual y casi artístico.
El fin prematuro de los días de Carmen Jodra Davó no fue óbice para que la esmerada poeta cerrara siquiera una parte esencial de su filosofía poética. Parafraseando a la autora, llegó finalmente el verano para endulzar Las moras agraces: las ideas sembradas terminaron madurando a lo largo de una obra tan intensa como lacónica fue la biografía de una persona que se hizo a sí misma de selectos valores humanos y literarios. Todo lo que fue amargo se hará dulce, y no habrá gustos agrios capaces de envenenar lo que es bueno por naturaleza, y el hastío que parecía no tener fin se tornará un estío interminable, mientras haya lectores en los que puedan renacer sus bellos frutos.
Bibliografía
Bibliografía de la autora
Poemarios
Jodra Davó, Carmen (1999). Las moras agraces. Madrid: Ediciones Hiperión. (Reedición incluyendo Hecatombe, Madrid: La Bella Varsovia, 2020).
_____ (2004). Rincones sucios. Toledo: Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Colección Melibea). (Reedición, Córdoba: La Bella Varsovia, 2011; 2ª edición: Madrid: La Bella Varsovia, 2021).
_____ (2021). El libro doce. Madrid: La Bella Varsovia.
Primera edición de poemas no incluidos en los poemarios
Jodra Davó, Carmen (2003).“Un haiku”, “Hoy por hoy con Iñaki Gabilondo”, Veinticinco poetas españoles jóvenes. Antología, Ariadna G. García, Guillermo López Gallego, Álvaro Tato. Madrid: Ediciones Hiperión. 422, 423. .
_____ (2004). “Yo escribí un poema”, Actas Poesía Última. Fundación Rafael Alberti. 2003, Basilio Rodríguez Cañada y José Ramón Trujillo. Cádiz: El Puerto de Santa María; Madrid: Fundación Rafael Alberti/SIAL Ediciones. 133.
_____ (2004). “Hay una chica fea, para las chicas feas no hay muchos grandes días…”, Mester de Vandalía 0: 25, 26-27.
_____ (2005). “Menecíada”, “First day”, Becarios del Ayuntamiento de Madrid en la Residencia de Estudiantes, AA. VV. Madrid: Residencia de Estudiantes. 26-27.
_____ (h. 2005-2006). “Boy on a bed of flowers”, “So sickly sweet…”, “8 sept / continuamente tengo la impresión…”, “Someterse a la necesidad de sensatez…”, Mester de Vandalía 1 y 2: 118 y 119.
_____ (2006). “Aquiles en Esciros”, Los Jueves Poéticos en la Casa del Libro, Jesús Munárriz. Madrid: Ediciones Hiperión. 37.
_____ (2006). “La torre”, “Slash”, La voy y la escritura, Miguel Losada. Madrid: Ediciones SIAL. 232, 234.
_____ (h. 2008). “Te crees que eres hermosa y solo eres excéntrica” (ms.), “Poema en construcción”, Mester de Vandalía 4 o 5: sin paginación.
_____ (2015). “Hemos estado juntos lo hemos pasado mal…”, Mester de Vandalía sin número: sin paginación.
_____ (2020). “2 de octubre de 2013”, Pero afuera en el mundo no hay palabras, Miguel Losada y María Jesús Fuentes. Madrid: Ediciones de La Revista Áurea, 2020. 21-22.
Poemas inéditos
Jodra Davó, Carmen (2001). “Otra vez Eros…”, “Ya conocéis los códigos de la melancolía…”, Carmen Jodra en Tertulias Poéticas, Manuel Romero. San Sebastián de los Reyes: Canal Norte Televisión. 44:28- 45:10, 50:11- 51:30.
_____ (2002). “Que no vale la pena…”, “A la vida lo mismo que a la muerte…”, “Lo que contestó el joven cínico”, “Lista negra”, “A ti te quiero solo algunos días…”, “Que estoy cansada y triste…”, “Estoy harta de que haya que saber…”, “La chica rara”, “Era un cuento de hadas con un muerto…”, “La canción de Aquiles”, Ciclo de poetas en vivo [grabación sonora]: organizado por Caja Madrid y la Biblioteca Nacional, con el fin de dar a conocer las más diversas tendencias y ofrecer al público una muestra lo más variada y representativa posible de la poesía actual, Enrique Gracia Trinidad. Madrid: Biblioteca Nacional de España (Sala Barbieri: APCS/1483). mins. 31:59-33:33, 35:11-35:30, 35:51-35:56, 36:43-37:02, 37:15-37:51, 38:41-39:07, 39:30-40:01, 47:00-47:30, 47:54-48:33, 55:34-56:00.
Primera edición de varios escritos en prosa
_____ (1999). “El Síndrome del Mazazo”, La generación del 99. Antología crítica de la joven poesía española, José Luis García Martín. Oviedo: Ediciones Nobel. 459-461.
_____ (2003). “Conócete Defínete a ti mismo”, Veinticinco poetas españoles jóvenes. Antología, Ariadna G. García, Guillermo López Gallego, Álvaro Tato. Madrid: Ediciones Hiperión. 408-410.
_____ (2004). “Un síntoma vandálico: el sencillo de Peter Pan”, Mester de Vandalía 0: 23-24.
_____ (2004). “Comentarios sobre Retornos de lo vivo lejano”, “Poética”, “Comunicación y/o conocimiento”, Poesía última. Fundación Rafael Alberti. Actas 2003, Basilio Rodríguez Cañada y José Ramón Trujillo. 41-47, 123-127, 187-190.
_____ (2005). “Dos fragmentos de Los príncipes tristes”, Becarios del Ayuntamiento de Madrid en la Residencia de Estudiantes, AA. VV. Madrid: Residencia de Estudiantes. 30-33.
_____ (2006). Sin título (presentación de Guillermo López Gallego), Los Jueves Poéticos en la Casa del Libro, Jesús Munárriz. Madrid: Ediciones Hiperión. 42-43.
_____ (2009). Sin título (testimonio de su experiencia en la Residencia de Estudiantes), Becas del Ayuntamiento de Madrid en la Residencia de Estudiantes. Un compromiso con la creación y la investigación, AA. VV. Madrid: Ayuntamiento de Madrid/Residencia de Estudiantes. 129.
Jodra Davó, Carmen y Cerrada Rodríguez, Marta (2018). “El taller Tejer y leer. Agujas y libros en la Biblioteca Luis Rosales”, Mi Biblioteca 54, año XIV: 34-38.
Bibliografía sobre la autora
Degayón, Ignacio A. (2021). “Desengaño estético en Las moras agraces de Carmen Jodra Davó”, Hacia la recuperación de la memoria. Canon escolar y poesía escrita por mujeres (1927-2020), Alicia Vara López y Fátima Cuadrado Hidalgo. Córdoba: UCOPress. Editorial Universidad de Córdoba; Badajoz: Red Internacional de Universidades Lectoras (RIUL).
Fábregas Alfaro, Antonio (2002). “Tradición y modernidad en la poesía de Carmen Jodra”, Boletín de la Fundación Federico García Lorca 31 (mayo), vol. 15: 153-164.
Granrose, Kathleen D. (2001-2002). “La metapoesía en textos de Carmen Jodra Davó y María Paz Moreno”, OJÁNCANO (octubre de 2001-abril de 2002): 61-68.
López Vilar, Marta (2020). “La tradición clásica en la obra poética de Carmen Jodra Davó y su contexto peninsular”, Studia Iberica et Americana: journal of Iberian and Latin American literary and cultural studies 7: 229-242.
Moreno Páez, María Paz (2003-2004). “Sujeto lírico femenino e identidad sexual en Ángela Figuera Aymerich y Carmen Jodra Davó”, Letras peninsulares 2-3, vol. 16: 819-835.
Ponce Cárdenas, Jesús (2000): “Imagen de Góngora en cinco poetas contemporáneos”. DICENDA. Cuadernos de Filología Hispánica 18: 295-318.
Rosal Nadales, María (Tesis doctoral) y Chicharro Chamorro, A. (Dir.ª) (2006). Poesía y poética en las escritoras españolas actuales (1970-2005). Granada: Editorial de la Universidad de Granada.
Información adicional
- Universidad: Córdoba
- Investigador: Ignacio Alba Degayón
- Publicación: Sábado, 25 Marzo 2023
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