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Luis García Montero (Granada, 1958)

El reconocimiento poético de Luis García Montero va indefectiblemente unido a la publicación de la antología La otra sentimentalidad (1983) que firmaba, junto con Álvaro Salvador y Javier Egea, el mismo que daba a conocer El jardín extranjero,un poemario amparado en la “vitalidad desesperada de Pasolini y deseoso de respirar las ilusiones combativas y democráticas de los primeros años ochentaˮ (García Montero, 2019: 111). Tanto este libro como la concreción teórica que anunciaba en la antología representaban la inminente necesidad de un cambio de posturas literarias con respecto a lo que había supuesto la promoción novísima, cuyos últimos latidos palpitaban cada vez con menor impulso. La etiqueta, a la que pronto quedaron vinculados otros poetas como Antonio Jiménez Millán, Ángeles Mora, Inmaculada Mengíbar, Benjamín Prado y Teresa Gómez, contaba con el trasfondo teórico e ideológico de los presupuestos marxistas auspiciado por Juan Carlos Rodríguez, el profesor de la Universidad de Granada que les había enseñado los peligros de creer que en el idearioburgués, el cual seguía manteniendo una idea insostenibleque ha sido clave en la poética de García Montero: la separación entre el individuo y el mundo. Si la tradición romántica se había definido por la radical oposición del yo al sistema, lo cual llevó a la construcción de un sujeto heroico al margen de la historia, García Montero se plantea que la solución quizás radique en sustituir ese sujeto romántico "por un nuevo concepto de individualidad que no se defina por las distancias imaginarias entre el yo y la realidad social" (1993a: 34). Íntimamente ligado a este, otro de los temas que ha venido reivindicando desde su aparición pública en los años ochenta es la defensa del carácter ideológico de la literatura, entendiendo el discurso literario desde una dimensión moral. El nombre de Luis García Montero quedó también ligado a la etiqueta poesía de la experiencia, cuyo rasgo principal era acercar la poesía al terreno de las simulaciones pero sin desvincularla de su componente ideológico. Esta aproximación se hace desde una lectura personal de la tradición poética moderna en la que caben como primeros actores W.H.Auden, T.S.Eliot, Luis Cernuda y Jaime Gil de Biedma, deudores estos últimos de su propia tradición anglosajona, y que encuentra en el Antonio Machado más reflexivo —sobre todo el de Juan de Mairena—, en Bécquer, Rafael Alberti, Blas de Otero, Pedro Salinas, Gabriel Celaya, José Hierro, Francisco Brines o Ángel González una línea de continuidad teórica con sus planteamientos estéticos.

            La palabra constructora de los sentimientos es el motor que alentaba tanto El jardín extranjero como Diario cómplice. Frente a la reivindicación de una sensibilidad alejada de la tradición de los supuestos del humanismo literario, que habían apoyado los poetas novísimos, los poetas de los ochenta defendían una nueva sentimentalidad diferente calculando así las dimensiones morales que el término aportaba. En varias ocasiones se ha intentado diferenciar periodos en la trayectoria poética de García Montero. Concha González-Badía Fraga distinguía una primera etapa, que englobaría desde los primeros libros del poeta hasta Diario cómplice, con el que "se apagaban los ochenta y con ellos comenzó el declive de La otra sentimentalidad para dar paso a la experiencia" (2000: 21-22), y una segunda etapa en la que quedarían incluidos los últimos títulos publicados durante la década de los 90. Para ello se basa en que en 1991, año de publicación de Las flores del frío, las principales premisas expuestas en la otra sentimentalidad estaban poniendo en duda su eficacia. Este libro supuso un pequeño giro teórico, la mirada del poeta no es una mirada distanciada sino perpleja ante la realidad observada. En una línea similar se situaba Sultana Wahnón, para quien Habitaciones separadas reflejó un cambio evidente en la poética del autor. La aparición en 1993 de El realismo singular dejaba, según ella, de lado el lema de la nueva sentimentalidad, que "habría caído en desgracia, acompañando en la caída a todos los ideales de una generación derrotada" (1994:40-41). Para Antonio Jiménez Millán, Habitaciones separadas cerraría un ciclo en la poesía de García Montero, puesto que los poemas de Completamente viernes "se sitúan, efectivamente, en otro amor y en otro tiempo, toman posesión del mundo desde una inteligencia sensorial, compartida" (1998:10). Díaz de Castro ya había señalado que tanto La intimidad de la serpiente como Vista cansada suponen un avance puesto que en estos dos libros "hay un mayor grado de distancia y desconfianza en la indagación de la propia intimidad (...) Esa mezcla de perplejidad y de recelo ante los propios sentimientos y convicciones y ante la continuidad de la voz poética da lugar a una revisión sin contemplaciones de los fundamentos del sujeto y su palabra poética" (2009:106). En mi opinión, desde Vista cansada observamos un progresivo escepticismo que se traduce tanto en su obra poética posterior como en sus ensayos Los dueños del vacío (2006), Inquietudes bárbaras (2008) y Las palabras rotas (2019).

            En Vista cansada (2008) el poeta presenta una memoria lírica en la que va ordenando sus recuerdos al tiempo que mantiene sus convicciones políticas y sus valores éticos. La indagación sobre la intimidad le sirve al autor para realizar un retrato social de la España de los últimos cincuenta años. García Montero recupera diferentes épocas de su propia historia personal enlazando así con los primeros años ochenta al creer en la construcción histórica de los sentimientos. La memoria ahora es el territorio de la conciencia, una recreación individual que al tiempo es la voz de toda una generación. Para García Montero, la poesía puede resultar útil sólo en la medida en que es capaz de representar estéticamente nuestras experiencias de la realidad. Este sentido moral del concepto de utilidad tiene su origen en la Ilustración. El autor no cree en una lectura lineal de la historia, por ello postula hacer una lectura romántica de la Ilustración. Ello permitiría la unión de la conciencia de la temporalidad humana con la conciencia histórica y racional. La ética es lo que puede salvarnos del caos del mundo. Al defender la utilidad de la poesía lo que se pretende es aportar al concepto una serie de valores humanos, lo cual conectaría también con los intereses positivos de la Ilustración dejando de lado la consagración de la inutilidad que se heredó de los románticos. Un invierno propio (Consideraciones) (2011) nos lleva de nuevo a una reflexión personal sobre la historia y las ideologías, pero también nos retrotrae a aquella teorización que hizo en los noventa sobre la utilidad de la poesía. Frente al desorden del mundo, nos queda el orden que ofrecen los poemas, los amigos, los sueños, la lealtad o el ámbito íntimo de las certezas. Si el invierno es el tiempo de la meditación, como apuntaba la cita de Meléndez Valdés que abría Habitaciones separadas, este invierno propio del poeta es el momento de la conciencia. El poeta habla desde la perspectiva de quien se sabe solo ante su pasado y no alcanza a comprender la verdad que le rodea. El poeta busca el equilibrio entre intimidad e historia puesto que, como había teorizado en Los dueños del vacío, el "acercamiento a las verdades colectivas, igual que el ensimismamiento individual, acaba deshabitando la voz, disolviendo las verdades en el vacío" (2006:13). En una sociedad que desacredita la esperanza no podemos hallar soluciones sesgadas que obliguen a soluciones utópicas de ahí que los poetas, dueños del vacío que les lleva a "haber llegado al fondo pantanoso de las identidades y de los vínculos sociales, parecen decididos a vivir en el terreno fronterizo, vigilante, de la conciencia individual" (2006: 20). La aparición en 2016 de Balada en la muerte de la poesía sorprendió en principio por la utilización del poema en prosa, aunque no fuera una forma ajena al poeta ya que previamente la había empleado en Y ahora ya eres dueño del puente de Brooklyn y en Quedarse sin ciudad. Estamos mediatizados por unas tecnologías que hanido creando una realidad virtual irreal, una imagen delmundo que lejos de alentarnos al progreso nos lleva areplantearnos hacia dónde vamos y qué valores estamos perdiendo.En un mundo en el que parece primar la sociedadde la posverdad, las ilusiones efímeras, la banalidad y las creencias líquidas, García Montero cree que todavía se le puede dar una nueva oportunidad a la verdad. Y en ese sentido el libro es un alegato a la tradición poética como refugio ante el mundo ya que está planteando en el fondo el debate sobre las posibilidades de un nuevo humanismo en la era de la comunicación que sea capaz de dar respuesta a los retos que plantea una sociedad global. En este nuevo escenario cultural donde lo virtual diluye la realidad y las nuevas tecnologías sustentan el mercado del conocimiento se corre "el peligro de la facilidad, la apuesta superficial por la expresión espontánea de las emociones, tan difundida en internet y en las redes sociales" (Jiménez Millán, 2018: 1036). Balada en la muerte de la poesía es un homenaje a la verdadera poesía, a la tradición literaria, al compromiso que el humanismo tiene con la realidad contemporánea. En A puerta cerrada se reúnen poemas gestados entre 2011 y 2017. Son años en los que se produce un colapso social causado por la crisis económica y política, todo lo cual lleva al consiguiente descreimiento en los discursos públicos, la corrupción asoma brutalmente y se produce una decepción generalizada de la sociedad. Los sueños de aquel joven de los ochenta que creía en los valores democráticos se ponen en crisis. Pero el poeta sabe que en los momentos de encrucijada las crisis se pueden interiorizar y entonces es necesario recuperar la confianza en la vida. En este libro el poeta ha bajado el tono poético, este se presenta sin estridencias ni dramatismos, casi con resignada aceptación. El libro se convierte en una reflexión sobre el yo y el otro, la intimidad y la historicidad. Vivimos en una sociedad que es capaz hasta de mercantilizar el tiempo, darle el valor del consumo inmediato y después tirarlo. Hemos ido perdiendo valores que habían sido obtenidos por las primeras ilusiones democráticas y estas nos pesan cuando vemos que nuestros sueños han quedado en la quimera del pasado. Vivimos una intemperie ideológica, pero el libro presenta la posibilidad de reconstruir los sueños, recupera la lección ilustrada de la utopía y sobre todo la necesidad de que la poesía pueda ser útil, un resquicio de luz y de conciencia por el que se pueda reflexionar sobre quiénes somos. La verdad no se opone a la belleza, por eso la poesía puede redimirnos de todo el dolor que provoca nuestra época, nos devuelve la dignidad entre tanta decepción.

            Luis García Montero propone desde sus inicios hasta sus últimos libros abogar por un realismo plural que no se refugie en la idealización del sujeto, sino en la historicidad del mismo apuntando la necesidad de un nuevo humanismo, capaz de dar respuesta a los retos de la sociedad global. Esa lectura dialéctica, a medio camino entre el conocimiento individual y la reflexión sobre lo histórico, fue una lección que Luis García Montero aprendió de la tradición literaria, su poética no privilegia la estilización del yo ni sacraliza el ámbito de lo público, sino que opta por una palabra integradora.

Bibliografía

Libros de Luis García Montero

Poesía:

Tristia (con Álvaro Salvador), Melilla, Rusadir, 1982.

El jardín extranjero, Madrid, Adonais, 1983 (reeditado en Hiperión en 1989).

Diario cómplice, Madrid, Hiperión, 1987.

Las flores del frío, Madrid, Hiperión, 1991.

Habitaciones separadas, Madrid, Visor,1994.

Además, Madrid, Hiperión, 1994.

Completamente viernes, Barcelona, Tusquets, 1998.

La intimidad de la serpiente, Barcelona, Tusquets, 2003.

Vista cansada, Madrid, Visor, 2008.

Un invierno propio, Madrid, Visor, 2011.

Balada en la muerte de la poesía, Madrid, Visor, 2016.

A puerta cerrada, Madrid, Visor, 2017.

Ensayos y estudios (selección):

La otra sentimentalidad (con Egea, Javier y Salvador, Álvaro), Granada, Los Pliegos de            Barataria, Editorial Don Quijote, 1983.

La norma y los estilos en la poesía de Rafael Alberti (1920-1939), Granada, Servicio de             Publicaciones, Universidad de Granada, 1986.

Poesía, cuartel de invierno, Madrid, Hiperión, 1988.

¿Por qué no es útil la literatura?, Madrid, Hiperión, 1993.

Confesiones poéticas, Granada, Diputación Provincial de Granada, 1993.

El realismo singular, Bilbao, Instituto Vasco de las Artes y las Letras, 1993.

La palabra de Ícaro (estudios literarios sobre García Lorca y Alberti), Granada,            Servicio de Publicaciones de la Universidad de Granada, 1996.

Aguas territoriales, Valencia, Pre-Textos, 1996.

La puerta de la calle, Valencia, Pre-Textos, 1997.

El sexto día: historia íntima de la poesía española, Madrid, Debate, 2000.

Gigante y extraño: las "Rimas" de Gustavo Adolfo Bécquer, Barcelona, Tusquets, 2001.

Los dueños del vacío. La conciencia poética, entre la identidad y los vínculos,    Barcelona, Tusquets, 2006.

Inquietudes bárbaras, Barcelona, Anagrama, 2008.

Las palabras rotas, El desconsuelo de la democracia, Madrid, Alfaguara, 2019.

Estudios sobre Luis García Montero (selección)

Bagué Quílez, Luis, "La otra sentimentalidad: ¿un hermoso simulacro?", en La poesía    española desde el siglo XX, Madrid, Visor, 2018, pp.191-200.

Candel Vila, Xelo, "El realismo dialéctico de Luis García Montero", prólogo a Luis       García Montero. Una melancolía optimista. Poemas, Madrid, Visor, 2019, pp.9-    34.

—, "El yo histórico en A puerta cerrada de Luis García Montero", Diablotexto digital,   vol. 4, 2018, pp. 44-61.

—, "Reivindicación de la memoria y conciencia social en Vista cansada de Luis García Montero", en El romántico ilustrado. Imágenes de Luis García Montero,        Abril, J.C. y Candel Vila, X. (eds.), Sevilla, Renacimiento, 2009, pp. 381-394.

Campos, Marco Antonio, "Luis García Montero. Ayer era el camino de la felicidad.       Entrevista con Marco Antonio Campos", en El romántico ilustrado. Imágenes de           Luis García Montero, Abril, J.C. y Candel Vila, X. (eds.), Sevilla, Renacimiento,           2009, pp. 323-339.

González-Badía Fraga, Concha, Luis García Montero. Antes y después. (Notas para       una poética), Huelva, Fundación El Monte, 2000.

Díaz de Castro, Francisco, "Continuidad y cambio en la poética reciente de Luis García

            Montero", en El romántico ilustrado. Imágenes de Luis García Montero, Abril,   J.C. y Candel Vila, X. (eds.), Sevilla, Renacimiento, 2009, pp.105-116.

—, La otra sentimentalidad. Estudio y antología, Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2003.

Eire, Ana, "Conversación con Luis García Montero", Conversaciones con poetas            españoles contemporáneos, Sevilla, Renacimiento, 2005, pp.45-75.

Ferrero, Graciela, Luis García Montero. El oficio de un realista, Granada, Valparaíso,    2014.

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Iravedra, Araceli, "Luis García Montero: un canto de frontera o un lugar de resistencia",            Ínsula, n. 795, marzo 2013, pp.38-40.

Jiménez Millán, Antonio, "Dos libros recientes de Luis García Montero: Balada en la

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—, "Introducción" a Luis García Montero. Complicidades, Revista Litoral, n. 217-218, 1998, pp.5-11.

Mainer, José Carlos, "Poeta o dezidor. Prólogo a la edición de 2015", en Luis García      Montero. Poesía completa (1980-2017), Barcelona, Austral, 2018, pp.9-24.

Maqueda Cuenca, Eugenio, "Experiencia biográfica y experiencia poética en Jaime Gil de Biedma y Luis García Montero", en José Romera Castillo y Francisco   Gutiérrez Carbajo (eds.), Poesía histórica y (auto)biográfica (1975-1999),           Madrid, Visor Libros, 2000, pp. 399-408.

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Rodríguez, Juan Carlos, Dichos y escritos (Sobre "La otra sentimentalidad" y otros        textos fechados de poética), Madrid, Hiperión,1999.

—, "Alegoría del lugar más cercano", en El romántico ilustrado. Imágenes de Luis         García Montero, Abril, J.C. y Candel Vila, X. (eds.), Sevilla, Renacimiento,           2009, pp.264-274.

Scarano, Laura, Las palabras preguntan por su casa. La poesía de Luis García   Montero, Madrid, Visor, 2004.

—, Luis García Montero: la escritura como interpelación, Granada Atrio Ensayo, 2004.

—, “Luis García Montero: Conversaciones con el autor de El sexto día. Historia íntima             de la poesía española”, en Sermo intimus. Modulaciones históricas de la           intimidad en la poesía española, Laura Scarano (Comp.), Mar del Plata,   Universidad Nacional de Mar del Plata, 2010, pp. 253-273.

Wahnón, Sultana, "Singularidad del realismo", Hélice, n. 3, Granada, 1994, pp. 40-41.

VVAA. El romántico ilustrado. Imágenes de Luis García Montero, Abril, J.C. y Candel Vila, X. (eds.), Sevilla, Renacimiento, 2009.

Información adicional

  • Universidad: València
  • Investigador: Xelo Candel Vila
  • Publicación: Jueves, 14 Noviembre 2019

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El Grupo

Poéticas de la Transición (1973-1982)

En su fase actual, el grupo POESCO se encuentra trabajando en el estudio histórico y filológico de la poesía española publicada a lo largo del período histórico de la Transición a la democracia, un período tan breve como intenso de nuestras letras, en el que tiene lugar uno de los momentos más fecundos de la poesía española reciente por lo que toca a la convivencia de diversas tendencias poéticas, pero también porque coexisten en el panorama literario cuatro generaciones distintas.

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